El duelo
¿Cómo afrontar una pérdida?
En la sociedad occidental en la que nos movemos, no se nos ha enseñado a entender las pérdidas, especialmente la muerte, como algo natural. Se ven con recelo y se teme su llegada. Esto provoca que no sepamos manejar el estrés que provoca la ausencia de un ser querido o las pérdidas en otros sentidos. No solo la muerte nos es difícil
enfrentar, también las rupturas sentimentales o la pérdida de un puesto de trabajo nos pueden poner a prueba.
Ahora vendría la respuesta a la pregunta planteada en este artículo: ¿Cómo afronto una pérdida importante para mí? ¿Cómo sentirme mejor? Normalmente queremos respuestas rápidas y efectivas, una fórmula mágica que nos cure al instante, claro está que a nadie le gusta sentirse mal, pero cuando estamos pasando por un momento en el que nos toca adaptarnos a la ausencia de alguien o algo, sea por lo que sea, lo primero que se debe asumir es que eso forma parte de la vida. Vamos perdiendo a personas y cosas que son importantes, pero también ganamos otras, con esa parte positiva vivida junto a los que ya no están o con la esperanza de volver a conocer a gente interesante, en caso de rupturas, es con lo que debemos quedarnos.
No se puede decir que no se va a sufrir, el malestar es parte de nuestro camino, huir de las emociones y sensaciones negativas solo hará que se vuelvan más presentes, así que, mejor reconocerlas y entenderlas como un aviso de que debo atender esa parte de mí mismo. Cuando comprendo lo que siento es más sencillo ver formas de salir de ese estado de ánimo, si no solo ponemos "parches" a las emociones.
Maneras de manejar el duelo
• Aceptar la realidad (hablar de ello sin reparos).
• Darnos tiempo para asumirlo (ser pacientes con nosotros mismos).
• Expresar libremente emociones y sentimientos. No guardar aquello que experimentemos, dejarlo salir.
• Adaptarse al momento actual, poniendo en práctica nuevos roles. Buscar formas de realizarse, no aislarse de los demás, el apoyo de quienes tengamos cerca es vital en estos casos.
• Ver como encauzar nuevamente nuestra vida. En caso de muerte de un ser querido, no se trata de olvidar, sino de hacerle un hueco en nuestro recuerdo y nuestra vida emocional.